Castillo de Carlos de Anjou en Nápoles

Nápoles es una ciudad que no deja indiferente a nadie. A alguien no le gusta, para alguien es la mejor ciudad del mundo.
Una ciudad de carácter duro, y castillos, de los que hay varios, así lo confirman. Hoy hablaré de uno de ellos.

El antiguo castillo de Carlos de Anjou, ubicado a orillas del Golfo de Nápoles. Una historia interesante sobre la apariencia del castillo: el rey de Sicilia, Carlos I de Anjou, tuvo una idea inusual: ¡y si la capital de su imperio se construyera fuera de Sicilia, y que fuera Nápoles!

Nápoles es tan Nápoles y en tan solo tres años están construyendo un lujoso castillo-residencia con pretensiones de grandiosos planes para conquistar el mundo.

El nombre tácito del castillo es "Nuevo". Pero lo que es triste, el rey luchó constantemente y por eso no vio las mansiones reconstruidas.
Entonces es como en las películas: un nuevo heredero y nuevas reconstrucciones del edificio, que lo tuvo todo: sangre, sexo, asedios y alcohol.

La serie más cruel y sangrienta de la historia del Castillo Nuovo fue el episodio con Fernando I de Aragón, quien se enteró de la conjura que se tramaba contra él.
Para ello invitó a los instigadores del levantamiento, quienes susurraban por los rincones en la persona de los barones más importantes, bajo el pretexto de celebrar la boda de su sobrina. Pero en lugar de una pizza festiva, los invitó a la ejecución, nombrando una de las salas en honor a este evento: el "Salón de los Barones".

Aquí está la historia del castillo.