
Entre las verdes colinas de la campiña romana, donde el tiempo parece detenerse, en Mentana, un pintoresco suburbio de la Ciudad Eterna, se esconde una joya: una exquisita finca que combina la nobleza de la antigüedad con la sofisticación de la modernidad. La lujosa residencia de 1100 m² se encuentra en el corazón de un parque privado de 5 hectáreas, entre cuidados callejones, árboles centenarios, elegantes pabellones, frescos arquitectónicos y un fragante jardín, una piscina de diseño y un lago natural con cisnes.
Mentana, con sus estrechas calles adoquinadas, sus acogedores cafés y sus vestigios de historia antigua, es un lugar donde el espíritu del pasado perdura, pero que al mismo tiempo conserva el contacto con la modernidad. Aquí, a pocos kilómetros del centro de Roma, encontrará soledad, inspiración y armonía con la naturaleza.
Esta finca consta de tres edificios: la villa principal (400 m²), dos acogedoras casas de invitados (350 m² y 180 m²) y un espacioso garaje.
Los interiores lucen altas bóvedas de piedra, techos con frescos, majestuosos salones con vigas vistas y chimeneas. El espacio rebosa luz, aire y una atmósfera de tranquilidad. Todo está creado para celebraciones, inspiración y una vida al estilo de la dolce vita. En total, hay nueve dormitorios y nueve baños en tres casas.
En el exterior se abre una sinfonía de naturaleza y silencio: cenadores, terrazas, zonas de descanso, tranquilos callejones, un estanque con cisnes y una piscina de diseño.
Esta residencia es ideal tanto para residencia privada como para negocios hoteleros o eventos exclusivos. También puede convertirse en un condominio para tres propietarios.